Inexplicable

LA VELA

Por: Ligia P.

Era una tarde simple de esas donde la brisa soplaba de buena manera. Yo había llegado  a la casa de mamá para llevarle la habitual comprita de comida que siempre suelo llevarle a final de cada mes. Todo estaba en el orden que siempre suele estar, en tranquilidad y calma.

Mamá, como de costumbre me había guardado alguito de comer con la firme idea de no retornar con el estómago vacío. Había cocinado un pescado frito con moro de guandules y ensalada. Por lo regular solemos juntarnos todos en la cocina y es ahí donde conversamos de todas las cosas que nos acontecen.

Estábamos solamente mi hermana mayor, mi mamá y yo. Recuerdo que nos servimos de la comida y que hablamos solo cosas triviales. En esto, mi hermana mayor se retiró hasta su habitación con su plato de comida con la idea de no perderse de su programa favorito y mamá y yo nos quedamos en la cocina.

No bien pasaron dos minutos  cuando de repente algo me hizo voltear hacia la izquierda para ver como una vela que estaba en la parte superior de un tramo, se suspendió en el aire y cayó hacia el suelo de forma precipitada. Más impresionante fue el sonido de la caída que la misma presencia de verla caer.

-Viste eso?....le dije a mamá con la cuchara en la mano.

Porque me quede paralizada con la cuchara en la mano y empecé a reír de los nervios, contrario de mamá que solo se quedaba en silencio.

-Ofrézcome!....volví a gritar y extrañamente seguí comiendo como si nada estuviese pasando, entonces entre risas, termine de comer, a lo que mamá asumió en calma:

-Mija, esa vela se ha caído como tres veces con esta, a mí me parece que es tu papá!...

-Bueno….respondí….No sé si es papá, lo que no entiendo es como esa vela se despegó del plato, se levantó en el aire y cayó como si una fuerza la estuviera lanzando hacia esa parte del piso y con fuerzas….

Entonces, tomé la vela y volví a colocarla en el plato, el cual tuve que buscar en la parte de arriba del tramo con  cierta dificultad, dada la altura.

Aun hoy, cuando hablamos de ese suceso se me erizan los pelos y me da una sensación de que algo inconcluso quedó, pero es una historia más de las tantas que tengo para decir.

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ABUELA PASO POR AQUÍ

Por: Anónimo

La situación habían empeorado para papa, que por desgracia sucumbía ante el cáncer. Eran los últimos momentos de él con nosotros. Recuerdo que esa tarde estaba parada en el pasillo del hospital y noté que no había nadie. –Que extraño!...me dije a mí misma.

Había salido de la unidad de cuidados intensivos , luego de haberle dado de beber un jugo de peras. Salí a buscar algo para comer pues me había quedado muchas horas sin ingerir alimento alguno.
Cuando caminaba para bajar por el ascensor, justo en el medio del pasillo, que era bastante largo, sentí un fuerte olor a rosas rosadas….
Impresionantemente, supe distinguir el color del olor, no me pregunten como lo hice, o como lo supe, lo que sé es que sabia que era un olor a rosas y que eran rosadas
Luego, sucesivamente supe que la esencia de ese olor era de una energía femenina.
De igual manera e impresionada con el reconocimiento, también supe que era muy cercana esa energía. –Oh Dios!...exclamé en voz baja….- Es abuela!...dije sorprendida, extasiada.
Entonces, estaba feliz del hallazgo, del contacto, del reconocimiento y a la vez, estaba triste, profundamente triste, porque sabia que si ella estaba en el hospital era porque venia a buscar a su hijo.
Cerré mis ojos para consolarme.

-Dios, Dios!....fue lo último que dije antes de que se abriera la puerta del ascensor y antes de que salieran de mis ojos dos lagrimas.

Se lo conté a mi madre, a manera de presagio y cuatro días después, murió papa.
Sé que abuela pasó por aquí….lo sé y solo yo puedo decir que así fue.