Espiritual


LO QUE HACE DIOS, NO LO HACE NADIE
Por: Roberto Carrión

Al parecer es una frase que tiene mucho peso y que más que palabras, tiene fuerza en nosotros los seres humanos. Ya me había decidido a mudarme y dejar aquel apartamento que tantas malas vivencias me había generado. Desde que me mude, a raíz de mi divorcio, todo me fue cayendo de mal en peor.
Que si no había agua!, Que si la dueña era insoportable!, Que si el vecino era ruidoso!, Que si llegaba tarde al trabajo fruto de no dormir bien por el ruido del vecino!...y esas cosas, hasta que por fin tomé la decisión  de volver a vivir con mi madre para hacerle compañía.
De a poco fui llevando las cosas de mayor importancia y las otras las empecé por regalar y fue justamente el mismo día en que ya terminaba de buscar el último viaje cuando escuche el estruendo de algo, conjunto con gritos y voces de mujeres.
No tarde en tirarme de la cama porque presumí que un accidente había pasado y en efecto, un terrible accidente pasaba, ME HABIAN CHOCADO MI CARRO!!!....
-No puede ser!!!....le vocee al chofer con las manos puestas en mi cabeza.
-La mierrrrdaaaaaa!....Pero me vas a desbaratar el carro?.....le dije, cuando ya estaba desbaratado y  sin pensar en nada mas comencé un dialogo interno, rápido e inquieto. –Pero que maldita mala suerte!, me decía apresurándome hacia el lugar del hecho.
Entonces la multitud comenzó a aglomerarse y de la nada vinieron dos agentes policiales a los cuales aproveche para levantar el acta. En esto, nos involucramos tres personas, un doctor, un chofer de transporte público y yo, por supuesto.
Entre saber quién fue el culpable, los agentes del seguro y las autoridades competentes, los tres nos fuimos haciendo más cercanos, a pesar de todo el incidente. Cuando llame a mi madre para contarle lo sucedido solo me respondió lo siguiente:
-Mi hijo, nadie sabe cómo es mejor….Dios tiene un propósito con cada cosa, confía en él.
Qué momento aquel  para mí!, porque las palabras de mi madre siempre han sido sabias. Tenía muchas emociones encontradas y me sentía tan impotente. Quería demandarlos a los dos en daños y perjuicios, porque no soportaba la idea de que me hayan desbaratado mi carro que de paso, ya estaba en malas condiciones.
Como iba a llegar al trabajo ahora?...Como llevaría a los niños a la escuela?....
Me estaba volviendo loco, solo de pensar en las trabas que implicaban tener el carro deshabilitado totalmente, pero me serene y se lo deje todo a Dios, como buen cristiano principiante de la palabra.
Me senté en el balcón de la casa de mi madre y allí mire hacia el cielo y le di gracias a Dios por lo sucedido, le dije que yo estaba conforme con lo sucedido, que si esto me pasaba era porque una bendición tenia para mí y que la misma me llegaría en el mejor de los momentos.
Y así fue, muy a pesar de que tuve que tomar transporte público, otra vez, a lo cual ya me había desacostumbrado, o muy a pesar de que se me hacía casi imposible ver a mis hijos por razón de la distancia y la incomodidad, vino la bendición a su tiempo.
Yo digo que cuando uno asume las decisiones de Dios con buen ánimo, la prueba es más corta. No bien pasaron tres semanas cuando el chofer que me había chocado el carro me llamo para decirme que me tenía una remuneración económica, porque el entendía que su seguro no me daría  lo necesario y no bien pasaron dos días después de esto, cuando el seguro me confirmo muchísimo más la cuantía en remuneración, que bien me sirvió hasta para volver a pintar el carro por completo además del arreglo de la parte mecánica del vehículo, cosa que no estaba contemplada.
Lo que hace Dios, no lo hace nadie!!....Si Dios no hubiese permitido ese choque, al día de hoy no tuviese el carro en muchísimas mejores condiciones que antes y de paso. Gracias le doy siempre a Dios porque todas las cosas que él permite es porque siempre nos convienen.

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DIOS ES REAL
Por: Maritza Gutierrez

A raíz de una terrible situación económica, al punto donde tuve que dormir en la calle, sin nada que comer, sin nada para vivir, un día salí a caminar, cosa que no sé porque lo hacia, solo caminar y ya, a ver que pasaba,  di con un viejo edificio abandonado y pensé, - Bueno, aquí me puedo quedar!...no hay nadie y no creo que haya quien pueda sacarme de aquí!
Estaba cansado, exhausto y hambriento. Camine hacia dentro de la casa y me senté en una vieja silla que había, a reposar el hambre, como digo yo.
Mire por todos los lados para asegurarme que estaba solo y si, efectivamente estaba solo. Al sentarme, inevitablemente me puse a pensar en lo que había sido de mi vida, de como llegue hasta ese punto, tan bajo, tan triste.
Me puse a llorar desesperadamente. Me frotaba la cabeza desconsoladamente y mis ojos estaban llenos de lágrimas. Tenía hambre, sueño, sed, y mucho frío, además de estar totalmente solo.
En esto, algo me hizo mirar hacia un lado y vi una cuerda gruesa, entonces esa voz me dijo: -Termina ya con todo tu sufrimiento y ahórcate, no eres nadie!....
Ni lo pensé, me levante con tanto dolor, tanta rabia, que tomé la cuerda, miré la silla, calculé la altura y pasé la cuerda por un tablón que estaba sosteniendo parte del techo. Fue todo tan instantáneo que de la primera vez que tiré la cuerda esta cruzo el tablón sin dificultad alguna.
-Si coño, me voy a matar…toy solo, toy solo!
Me lo repetía muchas veces, llorando desconsoladamente.
Hice un nudo, sin pensar en nada, me subí a la silla y me puse la cuerda en el cuello. Cerré mis ojos y apreté los dientes, entonces, me espante porque algo había golpeado mi cara.
Increíble, una paloma me golpeo la cara!.....y ni sé de donde salió esa paloma!...
Me quedé en shock por largos segundos. Trataba de ordenar lo que me había pasado. Tenia la cuerda atada a mi cuello, estaba encima de la silla y una paloma golpeó mi cara justo antes de ahorcarme!.
Me tape la boca ahogado de tanta sorpresa. Me quité la cuerda rápidamente del cuello y caí de rodillas delante de la silla.
-Dios perdóname!...Perdóname por favor!....
Fue lo único que dije mirando hacia el techo. Vi que la paloma aun estaba asentada en la puerta que estaba casi caída de tan vieja que estaba.
Toda mi angustia cesó. Mi tristeza se fué y como si un cielo se abriera, así se abrió mi mente ante mi realidad. Dios es real, Dios es real!....
Él estuvo allí para evitar que me condenara. Él envió aquella paloma para que despertara de la oscuridad….porque, ¿cuánta posibilidad existe en la vida  para que en un lugar tan remoto  y en un momento tan único, cruzara una paloma y me golpeara el rostro?...
Eso solo lo hace Dios…por eso confieso que es real y ojalá puedas creer que es cierto sin tener que pasar por lo que yo he pasado. Que creas sin ser tentado.
Dios los bendiga a todos.





1 comentario:

  1. wao increible historia la de que dios e real, pana que fuerte

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