Cómica


LA DOÑA SE MURIO, SI, PERO DEL SUSTO
Por: El tremendo
Viene al caso que me acuerdo de aquel suceso….Increíble suceso que solo nos pasa a unos cuantos dichosos del mundo. Lo primero que se expande son las noticias trágicas en los pueblos. Vivía yo en ese entonces en San Cristóbal, recuerdo que tempranito en la mañana la vecina ya le había soltado la noticia a mamá de que Doña Chea se había muerto y que la iban a velar temprano en su casa.
Yo, muchacho al fin, no escatime en coger pal velorio a cherchar. Me vestí rápido y le dije a mi primo Julian que estaba de vacaciones:
-Corre Julian, levántate que se murió Doña Chea!!!....vamos pal velorio!!
Julian, que era de la ciudad no sabía mucho de las cosas de pueblos y se entusiasmó muchísimo más que yo con la noticia, porque la expectativa era efervescente. Listos al fin, nos apresuramos a ir  a la casa de la Doña. Era una casona verde, grande y alta, de madera y zinc, que quedaba en una esquina.
Ya cercanos notamos que había mucha gente en el velorio y nos miramos emocionados y sonrientes porque aquello nos generaba un mórbido sentir.
De inmediato al entrar a la casa por un callejoncito estrecho  vimos el féretro de la Doña que tenía dos grandes bloques de hielo debajo. El susurro del padre nuestro se escuchaba dantesco y el olor del café con galleticas de huevo me era irresistible.
De maldad, pase a Julian por el lado del Féretro porque me encantaba hacerle bromas pesadas. Me estaba explotando de la risa viéndolo sudar con los ojos mas grandes que una vaca. Cuando llegamos de infiltrados entre tanta gente a la cocina le dije:
-Tan pendejo!...con esos ojos de vaca cagona!!!...jajajajajajajaj….y me reía a carcajadas agarrándome la barriga.
-Si, ta bien!....me dijo casi llorando de tanto miedo que tenia. Era la primera vez que veía a un muerto en su caja, entonces vi que empezaron a llegar los vecinos míos, Doña María, Ata, Milagritos, Pedro Nestor y Cabeza.
Entre todo este folklore yo comía galleticas y café y no paraba de reírme de Julian al que le temblaban las manos.
-Bueno pai!...le dije, - Pa tu Salí de aquí tienes que pasar por donde Doña Chea!!!...-Digo, si te quieres ir!!!...
Y eso era risa y risa, hasta que un grito masivo y al unísono me ensordeció. La Doña se sentó en la caja y abrió los ojos.
Todo el mundo queriendo salir al mismo tiempo y por un callejoncito estrecho que daba a la calle, pero que resulta, que Cabeza, que media más de seis pies y era redondo como una goma, de tan gordo, fue el primero que quiso salir y en taponó el callejón.
Ya se pueden imaginar aquel reperpero de gente. Incluso hubo quienes rompieron la ventana y por ahí empezaron a salir. Todos se olvidaron de la muerta. Yo me enganche del rejón de los pollos queriendo salar al otro patio y ni me acorde de Julian.
Ese momento fue largo para mí. Se me rompió mi pantaloncito azul que siempre me ponía y la noticia corrió como pólvora. Solo la doctora Ivon fue la única que entro para trasladar a Doña Chea hasta la clínica que quedaba a dos cuadras de la casa. Entonces, el tumulto ahora era en la clínica.
La casa quedo hecha un desastre y yo, cuando por fin logre desengancharme me di cuenta que me había orinado en los pantalones y que me había cagado los zapatos.
Corriendo me fui para la casa, donde estaba Julian que con el pecho agitado y lloroso me miro de arriba abajo, entonces me dijo:
-Te cagaste!…fo, que bajo!
-Mira muchacho!...salto mamá desde la cocina…-Camina pal patio a bañarte!!
Entonces, volvió a correrse la noticia de que Doña Chea ahora si se había muerto, pero del susto.
Por supuesto, no fui a su segundo velatorio y desde ese día Julian y yo, cada vez que nos acordamos de esto, pasamos horas riéndonos a carcajadas.


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POR CHULO
Por: Riki
Cuando supe que podía enviar una historia al blog de mi amiga, me eché a reír a carcajadas, pues una de las condiciones para subirlas es que sean reales. Automáticamente me acordé de aquel día en el baño de un restaurante de paso.
Era un viaje que habíamos hecho del trabajo para recibir una charla conferencia en un pueblo del interior. A todos nos pareció interesante la idea de viajar y aprender algo nuevo. Además, en los viajes, aunque sean de trabajo se goza mucho.
Crucé los dedos para que me eligieran en el primer grupo de los que tomarían la conferencia. -Si!...dije cuando escuche que me llamaron para ir.
Fuimos entonces a la charla. La tomamos con mucho énfasis. Nos reímos, conocimos personas muy interesantes y cuando veníamos de regreso entre todos nos pusimos de acuerdo para pararnos en un restaurante  y así lo hicimos.
De inmediato pedimos cervezas y luego ordenamos algo para picar. Cuando ya llevábamos unas cuantas , decidí ir al baño a desahogar un poco para seguir en la rumba. Ya en el baño orinaba como buey. En esto, entro un hombre ,que al parecer era extranjero por el acento. Instantes después, entro Pablo, lo supe por el perfume, que por cierto, era un poco pasado de pesado.
Sin más, escuché de inmediato que el extraño que había entrado primero dijo: - Qu'ibo?....Cómo estás?...
-Pues yo bien, muchas gracias!...dijo Pablo.
Me sorprendí al escuchar que Pablo le respondió al extraño. Tal vez lo conoce!...pensé.
-En que andas?...dijo el extraño.
-Pues…creo que en lo mismo que tu!...
Entonces Salí a lavarme las manos.
-Y se puede saber en que andas?....pregunto el extraño.
-Ehhh….bueno, voy de regreso a Santo Domingo!....dijo Pablo.
Entonces me sorprendí aun más. -y con quien habla este loco!....pensé.
-Supongo que andas en negocios!....dijo el extraño.
-Si bueno, en una conferencia…y todo bien!.....dijo con un tono de mal gusto.
-Ay…se quilló!....me reí en voz baja y me quedé para oír más, pues la conversación se ponía buena.
-Sabes, te vuelvo a llamar luego, pues la batería del celu se me está acabando y aquí al lado hay un idiota que está respondiendo a todo lo que te pregunto!...vale!.
Oh oh!....pensé . Entonces ví que el extraño salió del cubículo y se lavó rápidamente las manos y se marchó. Nunca imaginé que algo así le podría pasar a alguien y mucho menos a alguien a quien yo conociera.
No me alegro pero se lo merecía. Tan pesao!.....le paso por chulo!...toma!


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EL BLOQUE DE HIELO
Por: La Peluquera
A la verdad que ha uno le suceden cosas que ni se las imagina. Yo recuerdo que estaba muy entusiasmada con un muchacho muy lindo de la universidad. Cada vez que lo veía me volvia loca, hasta se ponía la piel de gallina. Un dia se me acerco y me puso conversación. Hablamos de las cosas triviales , de la universidad, de las carreras que cursábamos, de la familia y de cosas asi. Pues bien, en esto seguimos conversando dia tras dia y nos fuimos haciendo mas y mas amigos.
El muchacho parecía de buena familia y tenia unos principios muy bien definidos, entonces me dije: -Ah, perate!...yo tengo que impresionar a este tipo!....pero voy a esperar el momento oportuno!.
Y asi fue, llego el momento oportuno el dia que me invito a salir con toda su familia para la playa. –Perfecto!...me dije a mi misma. –Aquí es!...
Deje de comer como por cuatro días para bajar un poquito los chichos, me puse tres mascarillas de pepino para glacearme la cara, me compre un traje de baños nuevo , sandalias, un pareo y un sombrero con una pañuelo rojo pasion y me hice una limpieza bucal, cosa de no tener los dientes amarillos delante de los futuros suegros. Me gaste unos chelitos con tal de conseguir la impresión deseada.
Ese dia me pasaron a buscar por la casa. Habia ensayado hasta lo que iba a decirle a los padres de ese muchacho. La educación por sobre todas las cosas!....Recuerdo que mi mejor amiga me había aconsejado que no era bueno aparentar lo que no se era, que era mejor ser tal cual, pero yo quería impresionarlos.
Llegamos a la playa y nos acomodamos debajo de una mata de almendras que tenia una sombra fabulosa. Alli me procuraron un sillón recostable y yo, por supuesto, me recosté como toda una estrella de cine. Todo hasta ahora estaba saliendo bien, ya me había comportado como lo había ensayado, ya había pedido un trago adecuado para una dama hasta que se me olvido un poco el ensayo y empecé a comerme un bloque de hielo de la bebida. Estaba tan relajada que no me percate de lo que hacía. Sin querer, cuando empecé a chupar el hielo, el maldito se me fue hasta la garganta y se me quedo atrabancado. Ofrezcome!, yo sentí que se me había ido un camión por la boca. Me estaba ahogando y me estaba poniendo palida. El muchacho me vio como nerviosa y cuando se me acerco me dijo: -Oye, que te pasa?...te sientes mal?...estas muy palida!...
Yo no podía hablar y para intentar disimular le hice el gesto de que estaba todo bien pero no estaba todo bien, porque me estaba ahogando , entonces llego un momento en que ya no podía mas y le hice señas de que había algo en mi garganta que me estaba  ahogando. El pobre muchacho no sabia que hacer, llamo a su hermana, luego a su madre y asi sucesivamente a cada uno de los que habían ido al pasadia. Todos intentaron ayudarme y no fue posible sino hasta que el hielo se me derritió. Por fin respire!....y hasta las lagrimas se me salieron. Cuando por fin pude hablar, les dije que se me había ido un bloque de hielo por la garganta. Estaba tan avergonzada que no sabia donde poner la cara y todo por privar de ser lo que no soy.





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